Lucía Méndez descubre la fuente de la eterna juventud

Una mujer devastada y triste, era la Lucía Méndez del 2007, año en que consumó su segundo divorcio con el contador cubano Arturo Jordán. La mujer firme y sensual, había quedado opacada por problemas legales, estafas y sobre todo, por un fracaso amoroso.

Sin embargo, Méndez sacó la casta, y como toda una guerrera que se aferra al sentimiento de supervivencia, decidió aplastar el sufrimiento con su proyecto como empresaria. “Saqué a la venta mi perfume, Vivir, que es a base de feromonas”, cuenta Méndez con orgullo. “Es un perfume que da vida, mujeres lo han probado, atrae a los hombres, te hace sentir muy bien, yo lo uso diario y eso hace que luzca radiante”.

Pero, ¿con tan sólo una fragancia, la intérprete de “Corazón de piedra” ha logrado olvidarse de la depresión y lucir muy bien a sus 54 años? “Lo que hace que me vea vigorizante, además de mi perfume, es Oxivivir, unas gotas de 78 minerales, de mi creación, que rejuvenecen”, cuenta la actriz orgullosa. “Regeneran todas tus células, te pones muy guapa y muy joven y te da una textura en la piel maravillosa, te brillan los ojos, el pelo, renuevas tu vida, son unas gotas al día y listo”.

Bueno, siendo así, entonces verse y sentirse bien no es tan complicado, con tan sólo un perfume y una pócima mágica hecha a base de minerales, cualquier mujer podrá contrarrestar la vejez, además de que se sentirá bella y segura de sí misma. “Junto con ejercicio y el trabajo”, agrega Méndez.

REGRESA AL TRABAJO
En sí, esta actriz, quien es madre de un hijo de 20 años –producto de su relación con el productor Pedro Torres– asegura que además de su elíxir, el trabajo y una buena convivencia familiar la han llevado a verse y sentirse tan bien.

Este año se le podrá ver nuevamente en los escenarios con su show Noches de Cabaret 2009, así como en la serie Tiempo final, donde interpretará a una mujer que, a través de su empresa, ayudará a hombres y mujeres a ser infieles con sus parejas.

Tal es el poder y el cambio que las fórmulas le han dado a esta mexicana, que asegura que su mala experiencia sentimental ya es cosa del pasado. “Estoy abierta al amor y cuando me llegue no voy a meter la pata”, asegura. “Pedro Torres, el padre de mi hijo es mi gran amor, pero estoy en espera de encontrar el verdadero amor”.

¿Y qué cualidades tendrá que tener aquel galán que robe el corazón de la Méndez? “En mi relación habrá respeto, no habrá machismo, será una relación donde no se mareen por la fama. Tendrá que ser un hombre muy seguro, un productor, alguien que conozca este negocio.” ¿Quién dijo yo?